Hace unas semanas perdí a una amiga que nadie esperaba que se fuese tan rápido. Una amiga gritona, divertida, con ganas de comerse el mundo, preguntona, alegre y un sin fín de cosas buenas.
Lo que mas me gustaba de ella, era, que por encima de todo siempre mantenía su esencia. Era así, con sus defectos y sus virtudes, y en el fondo, era lo que más nos gustaba de ella; su desparpajo explicándonos algo tan sencillo. Era tremendamente positiva, siempre estaba bien a pesar de tener una salud complicada.
Me dolía la tripa a veces de escucharla hablar.
Al llegar a Madrid, en el tren, dibujé esta ilustración en honor a ella.
Siempre decía que las cosas malas venían todas juntas y a la vez y que al final, con el tiempo -casi- todo se acaba superando. Pero yo creo que hay cosas que aprendes a vivir con ellas, pero en el rincón más remoto; acabas acordándote, nunca te olvidas del todo.
Por esto, no dejes para mañana lo que puedas hacer esta tarde. Abrete ese vino caro de la nevera. Vete de viaje. Y sobretodo, baila aunque no sepas.
Aquí os dejo esta ilustración gratis para que la podáis descargar en vuestros teléfonos y así, poder tenerla para siempre. ¡Yo la tengo de fondo de pantalla del móvil y queda genial!